domingo, 22 de febrero de 2015

Hoy

Por esos momentos que han de repetirse al menos una vez al día…

HOY

Después de tanto tiempo recluida, las calles de Madrid se me antojan eternas y bulliciosas. Puede que realmente sean así, pero los recuerdos que yo guardo son completamente diferentes.
Son los recuerdos de hoy, el ahora, el presente.
Música con la que deleitarse, cuadros que contemplar, callejas que explorar… Comida exótica para universitarios hambrientos. Y el sol… brilla en el cielo como la estrella más grande. Quiere hacerse ver y a la vez imponer tanto que acabes bajando la mirada, intimidado. Los árboles desnudos alzan sus ramas aguardando la caricia del viento, un viento suave, recogido, susurrante, cargado de promesas de una primavera cercana.
A mi alrededor flotan las palabras, pequeñas, inseguras, pero que van tejiendo una historia cada vez más complicada. Las escucho, las memorizo, las reproduzco. Eran parte de ella y ahora son parte de mí también. En este momento, ambas compartimos un secreto que es nuestro, que nos une, que nos hace fuertes, y solo Madrid es testigo de cómo nuestro corazón se agranda al soñar, al creer y al ilusionarnos con los pequeños detalles de una vida incierta.
¿Y si nuestros sueños se hicieran realidad? Solo tal vez… El tiempo nos lo dirá.
Pero hoy mi deseo de soñar se ha cumplido una vez más.


Aer

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